Gracias a las denuncias interpuestas por el DIF estatal, la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León mantiene en curso una investigación por una posible red de explotación infantil detectada en la zona metropolitana de Monterrey.
El fiscal Javier Flores informó que, como parte de las diligencias, se realizarán pruebas de ADN a los menores rescatados para confirmar si existe vínculo familiar con las personas que los presentaban como tutores, ya que algunos documentos presentados han resultado falsos.
La investigación se activó tras un cateo realizado en la colonia 10 de Marzo, donde fueron localizadas presuntas víctimas del delito de mendicidad forzada.
“El DIF ha sido clave en la detección de estos casos. Todas las denuncias que llegan, especialmente las de esta institución, se están investigando”, subrayó el fiscal.
Flores también informó que se han identificado a adolescentes con documentación alterada o falsa, lo que refuerza las sospechas sobre una red organizada para la explotación infantil. Las autoridades continúan integrando pruebas y avanzando en el proceso judicial.