El clima político está caliente en Papantla, pero afortunadamente para todos, no regresó el mal gobierno de Mariano, ese que ya vivieron y sufrieron.
Papantla ya sabe lo que es tener un mal gobierno. Durante el tiempo en el que ex pe-erredista y ahora militante de Movimiento Ciudadano, Mariano Romero estuvo al frente de municipio, se vivieron momentos difíciles. Su llegada heredada a la alcaldía aquella vez fue gracias a su tío. Su administración se llenó de quejas y críticas por muchas razones: hubo nepotismo, falta de obras, desvío de recursos y un abandono claro de las calles, los espacios públicos y los servicios básicos. De la delincuencia ni hablamos, de esa ya sabemos lo que hacía el sobrino.
Con Mariano al frente, muchos comerciantes denunciaron desalojos sin justificación y un ambulantaje que bajaba ventas. Las calles se deterioraron, los parques y espacios del pueblo se vinieron abajo, y mientras tanto, el alcalde se daba la gran vida: viajes constantes, compra de propiedades y lujos que no se explicaban con el presupuesto del Ayuntamiento. Todo eso mientras el pueblo batallaba con servicios y obras que nunca llegaban.
Pero ahora las cosas pintan diferente. El gobierno actual de Morena, empezó a levantar al municipio poco a poco: se han mejorado calles, se han rescatado espacios públicos y se ha trabajado para que más turistas vengan y dejen derrama económica en la región. La gente lo notó, y por eso decidió seguir por ese camino, sin duda mejor que lo que Mariano hizo.
La gente del municipio habló fuerte y claro: quiere que las cosas buenas sigan y que no se repita el pasado. En las elecciones recientes, el pueblo decidió darle su confianza a Morena para que siga gobernando el municipio, eligiendo a Gonzalo Flores como próximo alcalde. ¿Por qué? Porque vieron que, aunque todavía hay mucho por hacer, el trabajo que se ha venido haciendo va por buen camino.
Con Gonzalo Flores, el pueblo espera que ese trabajo no solo continúe, sino que mejore. Morena recibió un voto de confianza porque la gente ya no quiere retrocesos ni gobiernos que se aprovechan del cargo. Esta vez, Papantla eligió con la cabeza y con el corazón.